La JOC con voz en la revista USO

 Jóvenes con voz y en acción

 

Jóvenes con voz y en Acción

 

“He llegado a trabajar hasta 17 horas en un día” (Inés)

“Mo tengo un horario, se cuando entro pero no cuando salgo” (Cristiam)

Estos son breves testimonios de jóvenes militantes de la Juventud Obrera Cristiana (JOC) que ayudan a desenmascarar esa supuesta “mejora de la economía” o “disminución del paro” en el país con la que nos mantienen callados y conformes ante la pérdida de derechos como trabajadores y trabajadoras.

La JOC quiere ir más allá de las estadísticas para que podamos poner la mirada en las/os jóvenes y en las situaciones que estamos viviendo.

Estamos #SinCurro #SinEducacion #SinSanidad #SinOcio #SinCasa #NosHechan

Somos jóvenes que tenemos voz y la alzamos, que queremos ser protagonistas de nuestra propia vida y hacer de este mundo un espacio de encuentro. Enraizando en lo más profundo de nosotras/os valores contrarios a los que este sistema capitalista,, individualista, consumista y patriarcal proporciona en todos sus formatos, oprimiendo nuestros derechos y libertades.

Observamos una realidad en la que los jóvenes:

Carecemos de referentes que favorezcan el ser de la persona más que el tener.

Según el último estudio de Kiko Llaneras, en julio de  2017, son actores/actrices, deportistas y empresarios fundamentalmente, las aspiraciones de la gente joven. La lista de las chicas va encabezada por Amancio Ortega y una lista de chicos donde la presencia de mujeres referentes es nula. El valor está situado en el poder, éxito y dinero; los pilares y valores sobre los cuales construimos nuestra identidad y nuestra vida.

Hemos perdido la conciencia de participación

Según los datos de los informes  sobre la juventud española en las últimas décadas, un tercio de las personas jóvenes participan. Un porcentaje bastante bajo si tenemos en cuenta que el dato incluye la participación en grupos deportivos (CJE)

Estamos en un momento donde la juventud no cree e incluso desconoce la importancia y necesidad de un tejido asociativo fuerte, de una organización en el trabajo o en el centro de estudios. Sufrimos una dificultad real para sindicarnos por culpa de las condiciones temporales y precarias de nuestros trabajos, por no decir la imagen que la juventud tiene de los distintos sindicatos del país. Aunque creemos aún más preocupante la indiferencia ante todo esto.

No somos realmente protagonistas de nuestra vida.

Vivimos en una sociedad donde la voz de la juventud no es tenida en cuenta, no tenemos espacio para hacernos escuchar, o si los hay, la mayoría de la juventud desconoce el medio para hacerlo. Y las personas que nos movemos en espacios juveniles, vemos que es su mayoría están pensados dinamizados, y con un formato para adultos.

Vivimos en realidad virtual (de redes sociales, sobreinformación…), que es superficial, nos despersonaliza y nos aísla, generando relaciones tóxicas y dependientes. Los jóvenes admitimos “ sentirnos aislados, incomunicados e incompletos, y que no sabríamos como rellenar rutinas, integrarnos o socializarnos” si no tuviéramos el móvil, según las conclusiones del estudio “Jóvenes y comunicación”

Vivimos en una sociedad que nos impone la hipersexualización

Jóvenes que vivimos en la cultura de la imagen, el culto al cuerpo, determinando por ello las relaciones superficiales que tenemos y dejando de lado la parte más profunda y espiritual. Sin duda la juventud, tanto hombres como mujeres vivimos con la imposición de unos cánones de belleza establecidos por esta sociedad de consumo que no nos permite vivir en libertad.

Sufrimos el paro, los bajos salarios y la precariedad.

Hoy en día tener un trabajo no nos asegura salir de la pobreza. Es más, estamos instalados en esta precariedad, y lo más grave es que la juventud estamos normalizando esta situación e interiorizándola en nuestro día a día como otros elementos más. Todo esto nos impide desarrollarnos como personas y establecer un camino vital que nos ayude a organizarnos junto a otras y otros.

Así mismo esta situación ha generado una juventud capaz de indignarse, con ganas de transformar esta dura y oscura realidad para la mayoría y tan fácil y cómoda para otros pocos. Es tiempo de reconquistar nuestros derechos al igual que otras/os muchas/os trabajadoras y trabajadores lucharon en su tiempo. “Porque el obrero es digno de su salario” (Lucas 10,7)

Para ello la JOC apuesta por ese trabajo en red, trabajando codo con codo con la utopía, la cual es tarea de todas y todos, justo a otros colectivos, tanto a nivel social como de Iglesia, para seguir apostando por y para la juventud del mundo obrero.

En definitiva la JOC propone que seamos constructoras/es de esperanza: denunciemos situaciones que sufrimos y, a la vez, seamos capaces de difundir todo lo bueno que estamos haciendo. Tenemos la capacidad y responsabilidad de transmitir todos aquellos pequeños signos de esperanza que poco a poco están transformando el mundo. Pero no queremos hacerlo de manera individual, sino en colectivo. Es una llamada a estar en actitud de acción y a ponernos en acción con otras personas.

Desde nuestro ser cristianas/os y ser militantes, constatamos que nuestra acción y nuestra fe es revolucionaria, transformadora y liberadora.

Juventud Obrera Cristiana