Iguales en dignidad, Iguales en derecho

Comunicado 8 de marzo 2018

 

IGUALES EN DIGNIDAD, IGUALES EN DERECHO

Comunicado 8 de Marzo 2018 - Día de la mujer trabajadora

La JOC y la HOAC, Iglesia en el mundo obrero, comprometidas en la consecución de un trabajo decente y digno, hacemos nuestros los sufrimientos y la indignación que provoca las desigualdades e injusticias que sufren las mujeres.

«Es un trabajo que me gusta, pero las condiciones son
muy malas. Trabajar así es muy duro. Y cada vez está
peor. Ojalá llegue un día en que se pueda trabajar dignamente
». Charo es una trabajadora de 54 años, divorciada
y con dos hijos mayores de treinta. Durante 14 años
ha trabajado como camarera de piso en un hotel.

El trabajo es el medio de participación social y política, y debe de poner de manifiesto la sagrada dignidad de la persona. El resultado de un trabajo digno es una sociedad equitativa y justa. Cuando el trabajo no prioriza a la persona por encima del capital, se daña la vida y a la humanidad. Hoy las mujeres continúan sufriendo en su dignidad porque:
• Siguen cobrando menos por realizar el mismo trabajo que los hombres, estableciéndose una brecha salarial que, según los sindicatos, se sitúa en el 30%.
• Más de dos millones de mujeres quieren trabajar y no pueden (2.011.000; tasa paro 18,35%) . Las dificultades de encontrar empleo son históricamente mayores que los hombre (tasa paro 14,97%).(IV Trimestre 2017 EPA 2017).
• La pobreza tiene rostro de mujer. Más de dos millones de mujeres trabajan a tiempo parcial (2.066.000) provocando que, pese a que haya trabajado a lo largo de toda su vida, sigan siendo mujeres trabajadoras y pobres.
• El 89,1% de las personas que optaron voluntariamente por trabajar a tiempo parcial, para hacerse cargo del cuidado de personas dependientes, son mujeres, que soportan una multitud de cargas y tareas que impide una conciliación real entre trabajo y familia.
• Más del 85% de las responsabilidades siguen copadas por profesionales masculinos (INE, 2016), Colocando así a la mujer ante un techo de cristal invisible.

Desde nuestra fe cristiana, proclamamos que la dignidad de la persona es sagrada e inviolable. Nos sentimos Iglesia encarnada en la sociedad junto a quienes sufren las injusticias; para construir entre todos y todas unas condiciones de vida donde mujeres y hombres desarrollemos nuestra vocación a la que el Padre y Madre Dios nos llama, a través de una acción transformadora y liberadora. Queremos situarnos cercanos a estas situaciones generando luz y esperanza, tal y como se desprende del seguimiento de Jesús, el obrero de Nazaret y de su proyecto humanizador, de vida buena, para todas y todos.

Por eso:

  • Reivindicamos un cambio del sistema económico y cultural que valore el cuidado y sostenibilidad de la vida, la dignidad de las personas y el bien común.
  • Pedimos una conciliación familiar real que nos permita compartir los cuidados y la vida. Para ello, es esencial desarrollar servicios públicos que atiendan las necesidades
    de menores y dependientes.
  • Exigimos a las instituciones y a los responsables políticos el cumplimiento de las leyes hechas por la igualdad de oportunidades (Ley Orgánica 3/2007) entre mujeres y hombres.
  • Condenamos todo tipo de violencia contra la mujer. Para ello es necesario que juntas y juntos construyamos puentes inclusivos en las diferentes maneras de relacionarse y comunicarse en el mundo laboral, familiar, de lenguaje, educacional.
  • Consideramos fundamental promover una educación basada en valores de igualdad, respeto, solidaridad, empoderamiento y complementariedad, en la que se derrumben cánones impuestos de feminidad y masculinidad que no permiten desarrollarnos de manera integral como personas libres.
Desde la JOC y la HOAC, nos sentimos llamadas y llamados a celebrar el Día Internacional de la Mujer Trabajadora. Por eso, junto al resto de compañeras y compañeros de las organizaciones sindicales y feministas nos sumamos a la movilización, especialmente al paro laboral, para visibilizar las discriminaciones que sufren las mujeres trabajadoras en
el acceso y en el empleo, y dar voz a tantas mujeres heridas por este sistema patriarcal, deshumanizador y tan contrario a los planes de Dios para la humanidad.