Comunicado 8 de marzo - JOC y HOAC

Día de la Mujer Trabajadora.

Descargar aquí o aquí para imprimir

Trabajando por la igualdad aportando esperanza

«Como mujer, siento que lo tenemos aún más difícil para se reconozca nuestro protagonismo en la sociedad. Lo veo en nuestras madres a las que en muchas ocasiones se les exige una doble jornada (en la oficina y en casa); en una brecha salarial entre ambos sexos que sigue aumentando en pleno siglo XXI; y en todos los abusos que nos encontramos como trabajadoras precarias, poniendo especial énfasis en las mujeres migrantes que desempeñan una labor de cuidados» (Alba, 25 años).

Con Alba y con todas las mujeres y hombres que sueñan y luchan por la igualdad y la justicia, celebramos el 8 de marzo el Día de la Mujer Trabajadora. Una fecha que, desde 1911, simboliza la lucha de las mujeres trabajadoras por el reconocimiento de su dignidad, una lucha en la que, hoy más que nunca, nos tenemos que implicar mujeres
y hombres. El trabajo es el medio imprescindible de realización de la propia vocación, el reconocimiento de la sagrada dignidad de las personas, la construcción de la vida social y política. Si falta el trabajo, la dignidad humana está herida. Hoy la dignidad de la mujer trabajadora sigue estando herida:

Desde la JOC y la HOAC queremos denunciar las causas estructurales que dan lugar a estas situaciones. Identificamos como las principales:

Esto se produce en un contexto global en el que el papel de la mujer en la sociedad y en el ámbito del trabajo, la familia y la política tiene dificultades de acceso a la igualdad
de oportunidades. Por todo esto, la HOAC y la JOC proponemos un cambio desde la raíz y a todos los niveles:

Como Iglesia en el mundo del trabajo, nos sentimos llamados y llamadas a celebrar, reivindicar, reconocer, animar y acompañar este 8 de marzo, Día de la Mujer Trabajadora.


«Por eso trabajadora, mujer, joven, soñadora, te escribo para romper con esta situación. Para que con nuestra fuerza nos hagamos oír y gritemos ¡Basta ya! ¡Esto no es normal! Por eso todos los días son 8 de marzo, ¡levántate y lucha conmigo! Sigamos aportando esperanza junto a todas las mujeres» (Alba).